Los detalles del presupuesto también pusieron sobre la mesa el estado de «un Ayuntamiento saneado». Al menos así lo cantan las cifras. La Bañeza terminará 2018 con una deuda viva de 2,1 millones, lo que representa un 17% de un máximo del 110% que permite la ley. «Esto se traduce en que tenemos una capacidad de endeudamiento de 753.000 euros», reseñó el alcalde.
El descenso de la deuda viva de La Bañeza en los últimos años ha sido progresivo. En 2016, la deuda del Consistorio se situaba en cuatro millones, el 45% de lo permitido, y ese año ya acabó en 3,3 millones de euros.
La reivindicación
Por otro lado, en el capítulo de ingresos, el alcalde, José Miguel Palazuelo, hizo hincapié en que los impuestos municipales representan el 48%, frente a los tributos del Estado que sólo suponen el 28,5%. Una tendencia, dijo, que tendría que variar porque «si el Estado reportará más ingresos a los ayuntamientos podría aliviarse la carga fiscal a los ciudadanos». No es la primera vez que la reivindicación se pone sobre la mesa. De hecho, continuó el regidor, «es una demanda que se está haciendo de nuevo desde ayuntamientos de todos los colores políticos y que ya se planteó en la etapa de Zapatero, aunque finalmente el impulso al Plan E y la crisis lo paralizaron»