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Los senderistas bañezanos aguantaron el chaparrón en Toreno

Redacción Martes, 25 de Junio de 2019 Tiempo de lectura:

Una ruta de mediados de junio que hizo parecer primeros de marzo en el cielo, que por momentos parecía que iba a caer un diluvio, si es que realmente no callo.

 

Nueve de la mañana y para el Bierzo se dirigió el autobús de la sección de senderismo del Club, concretamente a Toreno, donde el día antes los niños de la escuela habían disfrutado de una mañana intensa de juegos, piruetas, hinchables y demás en el parque de la naturaleza allí instalado, sin que callera una gota de agua, y ni por asomo se pensaba que el día siguiente iba a ser lo que fue.

 

Tras el café matutino en el bar del pueblo, donde nos atendieron estupendamente, se inicia la marcha con una fina lluvia que poco a poco se convirtió en aguacero intenso y que hizo que el camino se hiciera intransitable, por lo que con buena decisión se decidió volver al pueblo y al bar para ver si aquello paraba un poco.

 

Pero nada, la intensidad de la lluvia iba subiendo y se empezaron a buscar soluciones. “volver para La Bañeza”, “Ir al Centro comercial de Ponferrada”, “seguir esperando a ver si aquello se contenía un poco”.

 

En esta disyuntiva estaba la “guía jefe”, tomando opiniones de unos y otros cuando, amablemente, alguien del pueblo (Oscar, un Concejal) se ofreció a enseñar una ruta hacia un pantano que teóricamente estaba “transitable”.

 

Y ni corta ni perezosa para allá que se fue la guía a investigar si era posible realizar la misma, para intentar mantener a “la masa” de senderistas entretenidos y en acción. Transitable.

 

Poco después se pusieron en marcha la mayoría de los senderistas, dejando atrás a algunos que prefirieron quedarse en el pueblo, o en el bar, a la espera del regreso de los primeros, que un par de horas más tarde volvían, de nuevo mojados pero con la satisfacción de haber caminado unos kilómetros por una naturaleza que les permitió disfrutar de la comida (pasada un poco por agua eso si), y de contemplar una variopinta flora, que los más entendidos iban explicando.

 

Estas sirven para tal enfermedad, esta para las infecciones, esto es tomillo, esto es…….estos chicos se las empiezan a saber todas, y alguno vino con su mochila cargada de unas “plantas medicinales” que en su momento utilizaran para sanar futuras dolencias.

 

Algunos, más entendidos o curiosos, descubrieron al pasar por algún incierto lugar, piedras con fósiles, prometiendo volver en cuanto dejase de llover para…investigar.

 

Una vez regresado al pueblo, la foto en la plaza, junto a la “Picota o Rollo”, símbolo de la Jurisdicción Criminal y Civil desde 1580, donde se exhibían a los reos y se celebraban los Concejos Completada la excursión y algo “mojadillos” regreso a casa, a La Bañeza, donde los habituales se sentaron en la terraza del Ulises, lugar de partida y llegada, para tomar su chocolate con churros, esta vez muy merecido y así contarse las anécdotas del día que en esta ocasión…fueron muchas.

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