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Virus entomopatógenos

Foto de Miguel AragónFoto de Miguel Aragón
L. Rubén Román Sábado, 04 de Abril de 2020 Tiempo de lectura:

Durante las últimas semanas estamos siendo testigos de la rápida propagación en la población de un virus, lo que ha llevado a tomar drásticas medidas preventivas para frenar su expansión. Les voy a presentar brevemente otro tipo de virus, en este caso relacionados con los insectos y la sanidad vegetal.

 

Los virus no son organismos celulares y, en su forma más elemental, están constituidos únicamente por un ácido nucleico (ADN o ARN) protegido por una estructura proteica denominada cápside. No se consideran microorganismos de vida libre y son patógenos obligados, ya que necesitan un organismo vivo, el huésped, para poder multiplicarse y diseminarse.

 

Los huéspedes pueden ser de todo tipo, animales, vegetales e incluso bacterias, entre otros. Los virus pueden ser, a su vez, muy específicos, es decir, solamente tienen una especie concreta de huésped, o bien pueden afectar a más de una especie, como es el caso del protagonista de las últimas semanas.

 

Los virus que provocan enfermedades en insectos se denominan virus entomopatógenos. Se conocen más de 1600 virus patógenos de invertebrados, de los cuales, la mayor parte son patógenos de insectos, el grupo más numeroso de los invertebrados. En general, estos virus se presentan en la naturaleza infectando a unos pocos individuos de la población, pudiéndose generalizar la enfermedad cuando las condiciones son adecuadas para la propagación del virus.

 

Los virus, como el resto de organismos vivos, se clasifican según los criterios de la taxonomía y, por no entrar en esta clasificación, únicamente comentar que la familia Baculoviridae incluye dos de los géneros más estudiados de los virus entomopatógenos, Nucleopolyhedrovirus (NPV) y Granulovirus (GV).

 

Los baculovirus presentan dos características muy importantes:

1- Solamente se han aislado de especies del filo Arthropoda, mayoritariamente en la clase Insecta, lo que representa un alto grado de seguridad biológica, ya que no pueden infectar a vertebrados u otros organismos de la vida silvestre en general.

 

2- Tienen una elevada patogeneidad y virulencia para aquellas especies que utilizan como huésped.

 

Estos virus suelen permanecer en el suelo por periodos más o menos largos en función de las condiciones de pH, temperatura, humedad del suelo o degradación por otros organismos. Para que se produzca la transmisión del virus es necesario que pasen del suelo a la superficie foliar de la planta, donde son ingeridos por los insectos, que si son susceptibles como huéspedes sufrirán el proceso infeccioso. Este proceso infeccioso, provocará la muerte del insecto, tras la cual se liberan al ambiente nuevos virus para seguir infectando a otros individuos. En algunos casos, también se pueden expulsar cuerpos infectivos en los excrementos.

 

Los baculovirus han sido aislados de más de 700 especies de insectos y se han caracterizado mediante técnicas moleculares y biológicas, de manera que se han seleccionado algunos de ellos para ser utilizados como insecticidas biológicos.

 

La selección de un baculovirus para ser utilizado como insecticida se hace en función de la especie o especies de insectos que se quieren controlar, ya que cada especie de insecto es más susceptible a su propio baculovirus. Hay que destacar e insistir en que estos baculovirus solo se han encontrado en insectos y que no son capaces de usar otros organismos como huésped, por lo que su seguridad biológica está garantizada. Por otra parte, los requisitos legales necesarios para obtener el registro para su comercialización son exhaustivos y ha de acreditarse la seguridad para la salud humana y animal, así como para la conservación del medio ambiente.

 

Por último, mencionar que a finales de los años 90, se tuvo éxito en el control de larvas de la oruga de las leguminosas Anticarsia gemmatalis en una superficie de cultivo superior a 1,5 millones de hectáreas de soja en Brasil y, en menor medida, en Paraguay. Eso sí, mediante la colaboración de varias empresas privadas y el instituto brasileño de investigación agropecuaria (EMBRAPA).

 

La gardama, Spodoptera exigua, es una polilla polífaga, es decir se alimenta de varios cultivos, entre los que se encuentran las coles, lechuga, patata, tomate, algodón y diversos cereales, entre otros. Existe un insecticida comercializado en varios países y tiene la característica de ser uno de los nucleopoliedrovirus más específicos ya que solo infecta las larvas de la gardama o rosquilla verde.

 

En definitiva, no todos los virus son malos para los intereses del ser humano y, al igual que hemos sido capaces de aprovechar el conocimiento que se genera con la investigación para poder utilizar algunas especies como bioinsecticidas, estoy convencido de que seremos capaces de superar la situación actual con el famosos coronavirus.

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