Investigan un accidente de un conductor con síntomas de embriaguez, en el término municipal de Villazala

Efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de León pertenecientes al Destacamento de La Pola de Gordón, fueron requeridos para atender un accidente de circulación a las 00:30 horas en el km 3.600 de la carretera LE-6508, dentro del término municipal de Villazala.

Personados en el lugar encontraron una salida de vía de un vehículo cuyo conductor se encontraba bajo síntomas evidentes de embriaguez, el cual rehusó hacer la prueba de alcoholemia pertinente, motivo por el que es investigado por los delitos de conducción de vehículo a motor bajo la influencias de bebidas alcohólicas y negativa a someterse a las pruebas de detección alcohólica, diligencias instruidas por componentes del Destacamento de Tráfico de La Pola de Gordón y remitidas al Juzgado de Instrucción competente de La Bañeza.

Además ese mismo día, a las 21:06 horas también efectivos del mismo destacamento, investigaron por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas a la conductora de un vehículo accidentado en la carretera LE-311 a la altura de km 10.500, dentro del término municipal de Garrafe de Torio, cuadruplicando la conductora del vehículo accidentado las tasas permitidas en la prueba de detección alcohólica y siendo remitidas en este caso las diligencias al Juzgado de Instrucción competente de León.

En los dos accidentes se realizan las comprobaciones necesarias por la que sendos conductores se encontraban realizando los citados desplazamientos en vehículo, no encontrándose entre las causas que establece el artículo 7 del Real Decreto del Estado de Alarma, que limita la libertad de circulación de las personas, motivo por el cual son propuestos para sanción a la L.O 4/2015 de protección de la seguridad ciudadana por si dichos hechos fueran constitutivos infracción administrativa.

La ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias toxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un accidente vial.