Foto del accidente del 4/11/2017Un accidente que ocurría en 2017 y en el cual se veían involucrados los chicos del equipo cadete de FS La Bañeza, un gran susto en el que resultaron tres personas heridas cuando el conductor de un coche que circulaba borracho, impactó contra otro vehículo y este chocaba contra el microbús del equipo bañezano en la A-66, a la altura de Fresno-Alhándiga.
Un golpe en el que el conductor del autobús quedó atrapado y lo tuvo que rescatar una unidad de bomberos de Salamanca, por suerte se recuperó sin ningún problema mayor, como dijo el entrenador del equipo en declaraciones a medios tras el accidente, "hemos perdido el partido, pero hoy hemos salvado la vida gracias a nuestro conductor".
Ahora el Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha programado para el próximo miércoles día 30 de Septiembre, el juicio contra V.G.P., un salmantino de 41 años y con antecedentes penales aunque no computables en la causa, quien se enfrenta a dos años de prisión y seis años sin conducir que le pide la Fiscalía, la máxima pena que recoge el Código Penal para el tipo delictivo.
El imputado conducía un turismo Audi A5, ese día 4 de Noviembre de 2017, tras haber ingerido alcohol, según el test de alcoholemia realizado por la Guardia Civil, arrojó un resultado de 0,73 y 0,79 mg/l de alcohol en aire espirado -el triple de la cantidad permitida, 0,25 mg/l-.
Un impacto en el que se vieron implicados, además del acusado, una furgoneta contra la que impactó el principal causante y esta a su vez perdió el control de la dirección y se salió de la vía por el margen izquierdo, cruzó la mediana, chocó contra la valla de protección de la carretera en sentido contrario y quedó en la calzada ocupando parcialmente ambos carriles, lo que provocaba el choque de un microbús que circulaba por el carril derecho y que transportaba al equipo de jóvenes bañezanos.
El conductor del turismo en medio del revuelo causado a consecuencia del accidente con más conductores parados para auxiliar a la gente implicada, este varón decidía huir a pie. Agentes de la Guardia Civil lo buscaron por las inmediaciones y le encontraron en una localidad cercana, a unos 5 kilómetros del lugar del siniestro, saliendo de un bar donde se había pedido una copa.
En su escrito de calificación provisional, la Fiscalía llega a señalar que “el acusado, con carácter previo a producir el accidente, venía realizando una conducción de absoluto desprecio hacia la integridad y la vida propia y ajena, que motivó llamadas repetidas al 112 por usuarios de la vía y una persecución por los agentes de la Guardia Civil que pese a activar la señalización acústica y luminosa, no consiguieron darle alcance por la velocidad a la que conducía”.
La Fiscalía le acusa de dos delitos contra la seguridad vial por conducción alcohólica y por conducción temeraria, así como de tres delitos de lesiones por imprudencia grave. Le pide dos años de prisión y seis años sin conducir, así como elevadas indemnizaciones para todos los afectados por las lesiones a las víctimas y los daños causados.















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