
Según informa en una carta Luis Martínez, alcalde de Luyego de Somoza, una de las localidades que se está encontrando afectada como es también el caso de Priaranza de la Valduerna, ambos pueblos experimentan una gran preocupación por los efectos que pueda tener sobre los abastecimientos de agua para consumo humano, la que se está destinando a sofocar el incendio, así como el problema de aterramiento del embalse del río Valtabuyo por los sedimentos que se producirán con las primeras lluvias, todo ello culpa de este fuego declarado en el área militar desde el martes día 25 debido a unas prácticas militares, por lo que han decidido desde el propio ayuntamiento ponerse en contacto con el Ministerio de Defensa.
Este incendio declarado el pasado martes 25 de Mayo, dentro del campo de maniobras, aún permanece activo en estos momentos. Debido a la presencia de material explosivo en la zona del incendio no es posible actuar desde tierra para sofocarlo. Por ello se utilizan exclusivamente medios aéreos en las labores de extinción, "pero estos no son efectivos a la hora de consolidar y evitar las reactivaciones en el perímetro" como declara el Luis Martínez.
En opinión de la corporación municipal, un incendio de estas características es un hecho lamentable tanto desde el punto de vista medioambiental (por los efectos que los incendios tienen en flora, fauna y ecosistemas terrestres y acuáticos) como humano. En este último aspecto, y sin poder definir exactamente la zona afectada por no poder acceder a la zona del siniestro, se experimenta una gran preocupación por los efectos que pueda tener sobre los abastecimientos de agua para consumo humano de los pueblos de Luyego de Somoza y Priaranza de la Valduerna, cuyas captaciones se encuentran en las proximidades. A esto hay que añadir el problema de aterramiento del embalse del rio Valtabuyo por los sedimentos que se producirán con las primeras lluvias, hecho del que también se trato en la última reunión.
Por experiencias anteriores se sabe que tras el incendio se pueden producir fenómenos erosivos que culminen con gran cantidad de cenizas y otros sedimentos en las infraestructuras de abastecimiento y, finalmente, con problemas de aptitud para el consumo del agua. En relación a los sedimentos se genera la duda de si la explosión de proyectiles unida a la ausencia del filtro natural que supone el suelo maduro puede provocar la presencia en el agua de sustancias peligrosas que habitualmente no se analizan en los análisis ordinarios de aguas, más encaminadas a la detección de patógenos.
Por otro lado, el incendio también tiene unas consecuencias económicas que no se deben desdeñar, desde el coste de la extinción a las posibles medidas correctoras en el abastecimiento de agua, y que deberían tener su influencia a la hora de plantear futuras actuaciones.
Como se comentaba más arriba, se considera que el incendio es un hecho lamentable, y de igual modo, desde la corporación municipal, se considera que es un hecho evitable. En el acta de la reunión de 2 de diciembre de 2005 en relación a las “Actuaciones de colaboración con los municipios y entidades locales aledañas (incluidas en la zona de influencia) al campo nacional de maniobras y tiro (CNMT) de El Teleno”, se acuerda:
“Como norma general, no se podrán realizar ejercicios de tiro con fuego real en el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. Este periodo de prohibición podrá ampliarse cuando se den circunstancias de extrema sequía o de alto riesgo de incendios forestales”.
Este caso se ve afectado por el segundo supuesto y se debería ser desde el ministerio mucho más escrupuloso a la hora de autorizar los ejercicios de tiro para evitar problemas como el que ahora nos compete. En este sentido, se cree necesaria la elaboración de un protocolo que determine en qué circunstancias específicas (humedad relativa, días desde las últimas precipitaciones, Ta, viento, humedad del combustible, valores de los índices de riesgo de incendios) se autorizan los ejercicios de tiro con fuego real.
Le gustaría a esta corporación aprovechar el presente escrito para expresar desacuerdo, como ya se hizo en la reunión mantenida en diciembre en el ministerio, con las fechas de los ejercicios de quemas controladas llevados a cabo dentro del campo de maniobras. Quemas que pueden ser muy eficaces para evitar la propagación de incendios más allá de los límites del campo de maniobras, pero que parece poco adecuado realizar fuera del plazo que el resto de personas e instituciones tienen que cumplir. Por un lado, por los efectos que pueden tener sobre el medio ambiente, por otro, por el ejemplo que puede cundir en el resto de la población y, por último, por la imagen de impunidad y falta de respeto a la normativa.
Para finalizar, se pretende que este incidente sirva para reflexionar, como ya se hizo en la última reunión mantenida, sobre la necesidad de retomar la vía de los acuerdos que permitan la convivencia de la actividad militar con el resto de actividades de quienes aquí vivimos y quienes puedan venir a visitarnos.
Reciba un cordial saludo,
En Luyego de Somoza a 27 de mayo de 2021.
EL ALCALDE
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