Una nueva ruta de los senderistas bañezanos, esta vez por tierras zamoranas

Desde el C.D.A. Bañezano tenían programada esta ruta número 58, que realizaron este domingo pasado, la cual iba a ser desde Zamora a Fresno, al final, y por eso de la comida, se hizo al revés, de Fresno a Zamora.

Desde las 8:30 de la mañana ya se vio que los senderistas tenían ganas de “marcha”, pues a las 8:20 ya eran varios de los 38 los que estaban esperando al autobús que no se hizo esperar y rápidamente iniciaron el camino hasta Fresno de la Ribera donde con el oportuno café, magdalenas y bizcocho dispuesto por los dueños del café Horfer a las 10:30 ya estaban haciéndose la foto de grupo al pie de la iglesia del citado pueblo y comenzaban una caminata que, si bien no era de las más bonitas que se han realizado, si al menos era fácil, toda recta y sin una sola subida que llevarse a las piernas. Eso sí, 15 Kilómetros que se fueron cubriendo pegados a la vía del Ave y con el buen ambiente de siempre.

Un grupo de caminantes que se vio disminuido por varias bajas de última hora, todas causas totalmente lógicas y que nos dejó sin uno de nuestros guías responsables, Carlos, así como varios de los caminantes habituales, pero, lo primero es lo primero. "Lo echamos de menos" comentan desde este ameno grupo bañezano.

Eso, la temperatura aseguran que era espléndida para caminar y el premio que tenían al final de ruta, era suficiente para que todo discurriese con normalidad.

La llanura zamorana les deparó una breve visita al antiguo seminario-Convento y ahora hotel de Coreses, un edificio digno de ver, en especial la edificación de sus salones, fiel reflejo de las épocas romanas y dedicado a Viriato, donde se les hizo muy escaso el tiempo, pero, la ruta tenía que seguir y aún quedaban 11 de los 15 kilómetros por recorrer.

A la hora prevista, 14:15, recuento de senderistas y al autobús para, con el tiempo justo, llegar al hostal Trópico donde les esperaba una suculenta comida que no dejo a nadie con hambre.

Unos entremeses y una paella exquisita de la cual dan buena cuenta estos senderistas bañezanos, hizo que los más valientes y con el estómago lleno aun tuvieran ganas de dar un paseo por Zamora, otros directamente hicieron la digestión bien sentados en el comedor donde comieron.

De nuevo, y ya a las 18:00 recogida de todo el grupo entre el restaurante y la plaza toros de Zamora, lugar donde se había quedado previamente y de allí, en poco más de una hora, en La Bañeza.