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Los senderistas bañezanos celebraron su ruta 60 en Sotillo de Sanabria

Redacción Martes, 14 de Junio de 2022 Tiempo de lectura:

A pesar del miedo a las tormentas que tenían algunas de las senderistas, al final el único agua que vieron estos excursionistas bañezanos fue el de las cascadas y los regueros que conforman esta preciosa ruta.

 

La salida fue con retraso, lo de 10 minutos, el cual les acompañó todo el día, a pesar de ello el café de rigor no faltó para comenzar esta nueva ruta que se suma y son ya 60 en total, esta vez en la zona zamorana de Sotillo de Sanabria.

 

El calor se empezaba a notar desde primera hora de la mañana, a pesar de ello estos bañezanos se lanzaban a conocer una de las rutas más bonitas que este club ha realizado.

 

Una ruta que se planteaba por una cómoda senda entre innumerables clases de árboles, que les protegían constantemente del sol, pero con una continua pendiente que les iba minando las fuerzas, accedían a la preciosa cascada de Sotillo que, aunque con menos agua de lo habitual, dejo maravillosas fotos y muy satisfechos a los caminantes.

 

En un tramo de unos 500 metros, en descenso, se iban sucediendo los resbalones y los “culazos”, en un tramo muy dificultoso, pero que a cambio dejaba un paisaje de lo más hermoso contemplado por los senderistas. Eso sí, de los 44 caminantes, pocos se libraron de algún susto en forma de resbalón, caída o culazo, algunos incluso repitieron y tripitiéron en la difícil bajada, pero sin ninguna consecuencia grave, algún arañazo, y a otros algún moratón les dejara el recuerdo de la ruta durante algunos días.

 

La llegada al bar, todos sudorosos, cansados y muy acalorados, hizo que la comida fuera “devorada” y que la bebida hiciera recuperar fuerzas. Allí se empezaron a relatar las anécdotas de la caminata y cada uno tenía la suya.

 

Una vez cumplido el trámite de la comida, los senderistas fueron a Puebla de Sanabria, donde desembarcaron algo más de una docena de compañeros, para el resto ir hacia el museo del lobo, donde conocieron las maravillas de este museo y poder contemplar como les daban de comer y otra serie de explicaciones de los guías del mismo.

 

Tras esto, recogida del resto de grupo y para casa, con llegada al punto de salida a las 19:45, con un poco de retraso sobre lo previsto pero con una experiencia senderista más en sus mochilas.

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