La ciudad de La Bañeza dejó atrás el luto y se vistió de alegría para celebrar el día grande de resurrección. Como es tradición, los devotos salieron a las calles para participar en la procesión del Domingo de Resurrección, que comenzó en la parroquia de El Salvador.
El paso del Jesús Resucitado y el Santo Sepulcro de la Cofradía de las Angustias abrieron la marcha, seguidos de las imágenes de la Soledad y San Juan, que salieron de la Capilla de Jesús Nazareno. La procesión estuvo acompañada por el centenario Pendón de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
Uno de los momentos más emocionantes de la jornada tuvo lugar en el jardín de la calle Escultor Rivera, donde se realizó el cambio de velo de la Virgen. La imagen dejó atrás el luto para vestir ropas blancas, símbolo de júbilo y esperanza en la resurrección de Jesús.
La suelta de palomas fue otro de los momentos destacados de la celebración, en el que los fieles expresaron su alegría y agradecimiento por la vida y la esperanza que representa la Resurrección del Señor.
La ciudad de La Bañeza demostró una vez más su devoción y su compromiso con las tradiciones religiosas, en una jornada llena de emoción y fervor.
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