
En el día del Corpus, un valiente aunque reducido grupo de participantes debido a la festividad, 33 en total, se unieron para emprender una ruta larga pero fácil en Tiedra, Valladolid. A última hora, lamentablemente, tres personas tuvieron que cancelar su participación, pero eso no desanimó a los restantes 30 excursionistas, quienes se prepararon para una nueva ruta para la cual el clima prometía muchas sorpresas.
El viaje hasta Tiedra fue corto y tranquilo, apenas una hora de trayecto. A su llegada, los senderistas se reunieron para tomar un merecido café antes de comenzar la caminata de 18 kilómetros, que incluía la visita a 8 fuentes naturales. El recorrido transcurrió por la cómoda meseta castellana, disfrutando de un día envidiable y una temperatura magnífica que añadía aún más placer al paseo. Los caminos de concentración y tramos de carretera sin tráfico hicieron del trayecto algo sumamente agradable.
Como siempre, reinaba un buen ambiente entre los participantes. La serpiente naranja, distintivo de este grupo de senderistas bañezanos, destacaba en el horizonte, siendo visible desde varios kilómetros de distancia. Era una bella estampa entre los inmensos campos de amapolas y lavanda, que aunque todavía no estaban en plena floración, ya alegraban la vista.
A mitad de camino, apareció un pequeño contratiempo: una nube amenazante se acercaba y los primeros relámpagos y truenos acompañaban a los senderistas. Luego, una intensa lluvia cayó sobre ellos durante unos diez minutos. No hubo lugar donde resguardarse, por lo que los más previsores sacaron sus paraguas y chubasqueros, mientras que los más valientes decidieron enfrentarse a la lluvia y mojarse. El camino se llenó de barro y, en los últimos dos kilómetros, los zapatos y pantalones sufrieron las consecuencias, quedando cubiertos de lodo.
A pesar de todo, el optimismo se mantuvo, pues en varias rutas anteriores se habían amenazado con lluvias y hasta el día de hoy no habían tenido una sola gota. No era un problema grave. A falta de dos kilómetros, ya sin lluvia, los senderistas se tomaron un descanso para comer junto a la última de las fuentes (eran las dos de la tarde y el hambre se hacía presente), y poco después llegaron a Tiedra para visitar la Ermita y disfrutar de un necesario café.
Después de un debido descanso y algo de espera, los aventureros visitaron el castillo de Tiedra, con sus mazmorras. A pesar de algunas bromas y sustos, la entrada de dos euros valió la pena para todos. Finalmente, subieron al autobús después de una hora de viaje y llegaron a La Bañeza, poniendo fin a un día lleno de emociones a las 19:15, tal como estaba previsto.
Ahora solo queda esperar la próxima aventura, que tendrá lugar los días 1 y 2 de julio en Poio, Pontevedra. Será la primera ruta en la que se realizará una pernocta en el Hospedaje Monasterio, se visitarán las Termas de Ourense y se realizarán un par de caminatas "cortitas". Además, se disfrutará de un poco de playa para cerrar la temporada. Aún hay plazas disponibles para aquellos que deseen sumarse a esta increíble experiencia. Para más información, pueden llamar al teléfono 615.42.79.27.














Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.104