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Ya no hay vuelta atrás, y ante la duda ¡Gas!

Redacción Viernes, 09 de Agosto de 2024 Tiempo de lectura:

Este fin de semana, La Bañeza se convierte en el epicentro del motociclismo urbano, un lugar donde el olor a gasolina, el rugido ensordecedor de las motos y la adrenalina se fusionan con la pasión que define a esta ciudad leonesa. Aquí, en las calles que conforman el circuito del Gran Premio de Velocidad, la emoción se vive a ras de bordillo, donde cada curva y recta se convierten en testigos del coraje y la destreza de los pilotos que se enfrentan al desafío del trazado urbano más emblemático de España.

 

La Pasión de un Gran Premio a pie de calle

Lo que hace especial al Gran Premio de La Bañeza es su esencia única, esa que solo se encuentra en una carrera que se vive y se respira a pie de calle. No hay distancia entre el espectador y la acción; el sonido de los motores resuena en el pecho y la velocidad se siente en la piel mientras las motos pasan a escasos centímetros de las barreras de seguridad. Las alpacas de paja, una seña de identidad que ha acompañado al Gran Premio durante décadas, aunque actualmente comparten protagonismo con las modernas barreras New Jersey de color rojo y blanco que garantizan la seguridad en el recorrido.

 

Este no es un circuito cualquiera; es un trazado donde cada metro cuenta una historia de superación y de amor por el motociclismo, emblemática prueba que ha contado con iconos mundiales del motociclismo. Es un recorrido en el que los pilotos, tanto veteranos como novatos, encuentran un reto a la altura de las competiciones más prestigiosas, y donde cada aficionado puede sentir la velocidad tan de cerca que casi puede tocarla.

 

Y todo esto es gracias a sus aficionados, unos 70.000 o incluso 80.000 que se han adentrado a asegurar algún año, cifras muy parecidas a un Gran Premio del Mundial. La Bañeza se convierte en "la Ciudad de la Moto", en cada acera, cada esquina, cada rincón, hay una moto aparcada, miles de aficionados que llenan la ciudad haciendo suyas las calles.

 

El Barrio San Julián: El Corazón del Gran Premio

En el Barrio San Julián, la parte alta de la ciudad, el espíritu del Gran Premio se vive de manera aún más intensa. Aquí, las calles se transforman en improvisados boxes donde la hospitalidad bañezana se hace palpable. Los vecinos abren sus puertas y ceden sus espacios para que los pilotos y sus equipos monten sus "talleres" improvisados, creando un ambiente familiar y cercano que es seguramente imposible de encontrar en cualquier otro evento de este calibre.

 

Es en estas calles donde los motores rugen por primera vez antes de salir a pista, donde se hacen los últimos ajustes a las motos y donde los aficionados pueden ver de cerca el trabajo meticuloso de los mecánicos. Es un espacio donde se respira pasión por el motociclismo, donde la preparación se convierte en un ritual que une a vecinos, pilotos y seguidores en una misma emoción compartida.

 

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Programación y horarios para el 63º Gran Premio

   

 

La Bañeza: El Mónaco de las Motos

No es casualidad que muchos comparen a La Bañeza con Mónaco, pero con un carácter mucho más cercano y auténtico. Aquí no hay lujos innecesarios, sino pura pasión por el deporte. Este fin de semana, La Bañeza se transforma en el "pequeño Mónaco" de las motos, un lugar donde el motociclismo urbano alcanza su máxima expresión.

 

El Gran Premio de La Bañeza no es solo una carrera; es una celebración de la historia, de la tradición y del amor por las dos ruedas. Es un evento que ha sido testigo de innumerables hazañas y que cada año renueva su compromiso con la excelencia. Los pilotos que compiten en este circuito lo hacen con la certeza de que aquí, en estas calles, se forjan leyendas.

 

La adrenalina del fin de semana

La cita de este fin de semana no deja espacio para la duda: cuando la bandera baja, la única opción es acelerar, dar gas y enfrentar cada curva con determinación. Las carreras que se disputarán en el trazado urbano de La Bañeza son la culminación de un año de preparación y esfuerzo, y los pilotos llegan con un solo objetivo en mente: cruzar la línea de meta en primer lugar.

 

Este fin de semana, La Bañeza es más que una ciudad; es un símbolo de la pasión por el motociclismo. Las calles, los boxes improvisados y el ambiente motero se combinan para crear una experiencia única, donde cada aficionado puede sentirse parte de la acción. Aquí, no hay vuelta atrás, y ante la duda, solo queda una opción: ¡Gas!

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