Décimo aniversario de la coronación canónica de la Virgen de Castrotierra congrega a sus devotos

Este domingo, cientos de fieles se reunieron para conmemorar el décimo aniversario de la coronación canónica de la Virgen de Castrotierra, un acontecimiento que ha marcado la devoción en la región desde que, el 20 de septiembre de 2014, la Virgen fuera coronada en una solemne ceremonia en la Catedral. Aquel evento estuvo presidido por el entonces obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, y contó con la presencia de destacadas figuras religiosas, como el obispo de Orihuela, Rafael Palmero, así como representantes políticos locales y autonómicos.

En esta ocasión, la Pía Asociación de Procuradores de la Virgen de Castrotierra, encargada de la organización de la festividad, había solicitado semanas antes la participación de todos los pueblos devotos, quienes respondieron a la llamada con gran entusiasmo. Desde las primeras horas de la tarde, decenas de pendones comenzaron a concentrarse en el Centro de Interpretación de los Pendones, donde a partir de las 17 horas se dio inicio a una procesión por el pueblo. A las 18 horas, devotos portando pendones, cruces parroquiales y estandartes aguardaban la llegada de la Virgen en el cruce que da acceso a la ermita.

La Virgen de Castrotierra, arropada por la devoción de decenas de personas, descendió del Santuario pasadas las 18 horas para después, acompañar a la imagen en un emotivo ascenso de vuelta al Santuario, donde se celebró una misa presidida por el obispo de Astorga, Jesús Fernández.

El ambiente de fe y recogimiento impregnó cada rincón de la celebración, recordando una década de fervor ininterrumpido desde la coronación de la Virgen. La presencia de los pendones, un símbolo característico de las festividades en la región, junto con la participación activa de la comunidad, subraya la importancia de este acto para los fieles de la comarca y para todos los devotos de la Virgen de Castrotierra.

Este décimo aniversario no solo evoca el recuerdo de la coronación, sino que reafirma la fuerza de una devoción que sigue viva y que ha logrado congregar, una vez más, a generaciones de bañezanos y leoneses alrededor de su Virgen protectora.