
Tras dos jornadas de intensas labores de extinción, la Junta de Castilla y León ha decidido rebajar el nivel de alerta del incendio forestal que afecta a la zona de Brañuelas, pasando de nivel 2 a nivel 1 de INFOCAL. La decisión se tomó a primera hora de este miércoles 18 de septiembre, después de que el fuego evolucionara favorablemente y ya no presentara riesgo para la población.
Las localidades de Tremor de Abajo y Almagarinos, que fueron confinadas durante dos noches para proteger a sus cerca de 70 vecinos, han quedado desconfinadas, y la carretera que conecta ambos pueblos ha sido reabierta al tráfico. Según Gabriel Folgado, alcalde de Torre del Bierzo, la situación ha mejorado considerablemente, permitiendo que los habitantes retomen sus actividades con normalidad.
Fuego controlado y sin llama activa
El operativo de INFOCAL ha confirmado que el incendio está "prácticamente perimetrado" y solo quedan dos puntos humeantes, donde se concentrarán los trabajos este miércoles. Ya no hay llama activa en la zona, y la vegetación en combustión se reduce a troncos, tocones y raíces que arden lentamente. Aunque el riesgo de reactivación es mínimo, se mantendrán las labores de vigilancia para asegurar que no se produzcan nuevos focos.
Con la situación estabilizada, la Unidad Militar de Emergencias (UME), que había sido desplegada el pasado lunes, ya se ha retirado. En su lugar, el operativo continúa bajo la supervisión del personal de INFOCAL y el apoyo de medios terrestres y aéreos. Durante la jornada de hoy, se mantendrán 22 efectivos trabajando para extinguir los puntos calientes restantes.
El origen del incendio, bajo investigación
Aunque la causa del incendio sigue en investigación, las primeras hipótesis apuntan a que pudo haber sido provocado, una sospecha que ha levantado inquietud entre los residentes locales. El fuego se originó en la tarde del lunes 16 de septiembre en una zona montañosa cercana a Brañuelas y se propagó rápidamente debido a las fuertes rachas de viento, afectando a más de 450 hectáreas de terreno. Esta cifra fue confirmada el martes 17 por Eduardo Diego, delegado territorial de la Junta de Castilla y León, quien también explicó que el incendio ha sido el segundo más grave del verano en la provincia de León, solo superado por el de Castrillo de los Polvazares, que calcinó 800 hectáreas.
La complicada orografía de la zona, con pendientes pronunciadas y terreno rocoso, ha dificultado las labores de extinción, especialmente en los flancos izquierdo y derecho del incendio. A pesar de estos obstáculos, el operativo de extinción, compuesto por helicópteros, aviones y un nutrido equipo de brigadas terrestres, logró controlar la cabeza del incendio durante la primera noche, lo que permitió evitar una propagación mayor hacia los municipios de Igüeña y Torre del Bierzo.
Un incendio bajo control, pero aún no extinguido
Aunque la virulencia del incendio ha remitido, los expertos insisten en que el trabajo no ha terminado. El jefe del servicio de incendios de la Junta de Castilla y León, Ángel Sánchez, ha advertido que aún persisten puntos calientes que podrían reactivarse si las condiciones meteorológicas cambian. Por este motivo, se mantendrá el nivel 1 de alerta hasta que el incendio esté completamente controlado y extinguido.
Con todo, el optimismo es palpable en las zonas afectadas, y las autoridades locales celebran que lo peor haya pasado. Las labores nocturnas de las últimas dos jornadas, combinadas con el esfuerzo incansable de los equipos de extinción, han permitido contener un fuego que, de no haberse actuado con rapidez, podría haber tenido consecuencias mucho más devastadoras.
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