
El Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz, en el marco del programa ELTUR 2024/2025, ha dado a conocer un trabajo monográfico que profundiza en dos de los artilugios de riego tradicional que han marcado la historia agrícola de la localidad: el cigüeñal y la noria. Con esta iniciativa se busca rescatar y difundir un legado tecnológico y cultural que ha sido fundamental para el desarrollo rural en la zona.
Una apuesta por la conservación del patrimonio rural
El proyecto, que surge tras años de ausencia de documentos especializados en el tema, recoge el funcionamiento, la historia y la importancia de estos sistemas de riego. Durante siglos, tanto el cigüeñal como la noria han sido herramientas esenciales para extraer agua de pozos y ríos, permitiendo a las comunidades locales enfrentar los desafíos de la escasez y la necesidad de riego en una región marcada por el descenso demográfico propio de la España vaciada.
El monográfico destaca que la popularidad de estos sistemas se consolidó a partir de las excursiones organizadas a través del programa "Conoce tus pueblos", que durante el mes de mayo permitieron a miles de escolares experimentar de primera mano el funcionamiento de los ingenios hidráulicos. En los primeros años de la experiencia, las visitas se enriquecieron con espectáculos singulares, como el que ofrecía un burrito moviendo la noria, contribuyendo a acercar a las nuevas generaciones el valor de sus tradiciones.
El cigüeñal: ingenio y tradición
El cigüeñal, denominado así por la similitud de su figura y movimiento con la de la cigüeña, constituye uno de los ingenios agrícolas más antiguos y sencillos empleados en la extracción de agua. Su origen se remonta a los primeros sistemas de riego, como el shaduf utilizado en Egipto y Mesopotamia, y su evolución en la península Ibérica lo convirtió en un elemento habitual en las zonas rurales leonesas. En Santa Elena de Jamuz, el cigüeñal no solo era una herramienta funcional, sino también un símbolo de identidad y de la autosuficiencia que caracterizó a generaciones de agricultores.
El mecanismo, basado en la ley de la palanca, permitía obtener agua de manera eficiente: la acción de empujar el caldero hacia el pozo y dejar que el contrapeso lo subiera, revelaba el ingenio y la adaptabilidad de las técnicas tradicionales frente a las limitaciones tecnológicas.
La noria: herencia hidráulica de siglos de evolución
Por su parte, la noria, cuyo nombre proviene del árabe "na’ura", se erige como un testimonio del desarrollo de la ingeniería hidráulica a lo largo de la historia. Su diseño, que ha evolucionado desde la antigüedad hasta la época medieval, integró materiales y técnicas traídas por civilizaciones como la romana y la islámica. Este dispositivo, que en un inicio se accionaba mediante la fuerza animal o humana, permitió el riego de cultivos y el abastecimiento de agua en entornos rurales donde el recurso era escaso.
En Santa Elena de Jamuz, las norias se han mantenido como vestigios de una era en la que la gestión del agua era un elemento vital para la subsistencia. Aunque el paso del tiempo y la modernización agrícola han relegado su uso práctico, la presencia de estos sistemas sigue siendo un emblema del ingenio y la adaptación al entorno que caracterizó la vida rural.
Un impulso a la identidad local y al turismo educativo
El proyecto monográfico no solo tiene un valor histórico y técnico, sino que también se erige como un motor para la promoción del turismo educativo. Las excursiones escolares y la difusión de estos artilugios fortalecen el orgullo local y permiten que tanto residentes como visitantes conozcan de cerca las raíces culturales del municipio.
El Ayuntamiento, junto con expertos y vecinos, ha impulsado la puesta en valor de estos sistemas de riego, invitando a futuras investigaciones y aportaciones que enriquezcan la comprensión de un patrimonio que, pese a su aparente sencillez, refleja el esfuerzo y la creatividad de generaciones pasadas. Entre los reconocimientos destacan las contribuciones de Enelia Pastor de Blas, Leandro Blanco Cuesta y Carlos Blanco Cuesta, cuyo conocimiento ha sido determinante en la realización del estudio.
Un legado por preservar
La difusión del cigüeñal y la noria se presenta como un paso crucial para preservar el legado rural de Santa Elena de Jamuz. Este esfuerzo por rescatar técnicas tradicionales y transmitirlas a las nuevas generaciones subraya el compromiso del Ayuntamiento con la conservación del patrimonio y la promoción de una identidad que ha forjado el carácter de la localidad a lo largo de los siglos.
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