
Salieron el días 14 de julio para andar 212 km por tierras asturianas (63 km) y gallegas (149 km). Las primeras etapas por el Camino Primitivo con continuas cuestas y sinuosas colinas rompepiernas y después se torno todo más liviano por la avenida ancha y populosa del Camino Francés.
Un trayecto que ha sido bien pisado y trillado por miles y miles de romeros con frecuencia bajo una densa y frondosa masa de eucaliptos. Plácido caminar bajo los castaños (Os Castiñeiros) y hórreos plagados de hortensias.
"Por fin hemos llegado al Monte do Gozo, última parada de los caminantes antes de la inminente llegada a Santiago. Y llegamos a Santiago. Todos los bañezanos, unidos, con caras de cansancio y de alegría" comentaba el portavoz del grupo de peregrinos bañezanos. En el punto de encuentro de peregrinos, en el corazón y símbolo histórico de los antiguos obradoiros o talleres de canteros como es la “Praza do Obradoiro”, estos peregrinos leoneses cantaron una vez más la canción “Todos somos de León”, soltando alguna lágrima de emoción.














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