
La Guardia Civil, a través de su Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Veguellina de Órbigo, ha reforzado sus operativos de vigilancia en la provincia de León en coincidencia con la época de la berrea, el periodo de celo del ciervo. Estos controles, llevados a cabo en los primeros días de octubre, se han saldado con la detección de varias irregularidades graves relacionadas con la caza ilegal y el uso de material prohibido en cotos de la Valduerna y el municipio de Truchas (La Cabrera).
Las intervenciones se centran en proteger la fauna y garantizar el cumplimiento de la legislación de caza, especialmente cuando los ciervos machos se encuentran en un estado de mayor vulnerabilidad.
Caza Ilegal y Dispositivos Térmicos Prohibidos
Una de las principales actuaciones se produjo en un coto de caza de la comarca de la Valduerna. Los agentes del Seprona interceptaron un vehículo que circulaba lentamente por el monte. Tras identificar a sus ocupantes, dos cazadores con residencia en Extremadura, se procedió a la inspección del turismo, donde localizaron dos monoculares térmicos.
Estos dispositivos, utilizados para la visión nocturna o en condiciones de baja visibilidad, están expresamente prohibidos para la actividad cinegética en Castilla y León. El material fue intervenido por los agentes, quienes levantaron las correspondientes actas por la infracción.
Abate Ilegal y Ausencia de Trazabilidad en Truchas
En paralelo, durante un servicio de vigilancia en un coto de caza en el término municipal de Truchas, la Patrulla del Seprona escuchó detonaciones y observó el movimiento de todoterrenos. Al inspeccionar uno de los vehículos interceptados, los agentes encontraron un arma de caza y, en el maletero, la cabeza de un ciervo macho sin el precinto reglamentario.
"En las inmediaciones del lugar se encontró también el cuerpo del animal que había sido despiezado", detallan fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de León. El precinto, obligatorio en la caza mayor para garantizar la legalidad de la pieza, es esencial para la trazabilidad.
Posteriormente, en una verificación rutinaria en la misma zona, se identificó a otro individuo con antecedentes por infracciones de caza. En el maletero de su vehículo portaba cuartos traseros, paletillas y lomos correspondientes a dos ciervos despiezados, sin poder aportar la documentación de trazabilidad necesaria que acreditase su origen legal.
Graves Consecuencias Legales
Todos los hechos han sido comunicados al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Las conductas detectadas se consideran supuestas infracciones graves según la Ley 4/2021, de Caza y de Gestión sostenible de los recursos cinegéticos de Castilla y León.
Las sanciones económicas para este tipo de infracciones oscilan entre los 2.000 y los 10.000 euros, e incluyen la posibilidad de la retirada de la licencia de caza por un periodo de uno a tres años. Además, los infractores se enfrentan a una indemnización por el valor del animal a favor del titular del aprovechamiento cinegético, que en el caso de cada ciervo macho abatido se establece en 5.000 euros.
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