AB Azucarera rescinde contratos con remolacheros en León e intenta rebajar ingresos

ASAJA de León ha denunciado que la empresa AB Azucarera, tras la reciente polémica por la suspensión de contratos en Andalucía, ha comunicado a varios cultivadores de la provincia de León su intención de rescindir los acuerdos de la campaña 2025/2026 bajo la modalidad de "cultivo compartido".

Este modelo de contratación, que se había generalizado, aseguraba a los agricultores unos ingresos mínimos. El motivo esgrimido por Azucarera es que el productor "ha desatendido el cultivo" y que los rendimientos estimados son inferiores a los deseados.

Discrepancias sobre la Baja Producción

ASAJA rechaza la justificación de la compañía, señalando que la menor producción podría deberse a factores responsabilidad de la propia empresa, como:

• Un mal asesoramiento de sus técnicos.

• Decisiones agronómicas de las que solo Azucarera es responsable.

• Errores en la elección de semillas.

• Bajas dosis de abonado aplicadas.

La organización agraria considera que la rescisión de estos contratos "no es conforme a derecho". Sin embargo, lamenta que Azucarera no haya ofrecido otra opción para dirimir las discrepancias contractuales que no sea la vía judicial, concretamente en los Juzgados de La Bañeza. Muchos agricultores se están viendo forzados a optar por un "mal acuerdo" para evitar un proceso judicial largo y costoso.

ASAJA Solicita la Intervención de la Junta de Arbitraje

Ante esta situación, ASAJA de León ha actuado de manera formal, dirigiéndose a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León. La organización ha solicitado la intervención de la "Junta de arbitraje y mediación para los contratos agrarios en Castilla y León", creada mediante el Decreto 47/2018, con el fin de buscar una solución extrajudicial a las controversias entre la compañía y los productores.

La rescisión de estos contratos en León se suma a la decisión de Azucarera de no contratar remolacha en Andalucía para la campaña de 2026, lo que intensifica la preocupación en el sector primario sobre el futuro de la remolacha en España.